sábado, 19 de octubre de 2013

CINCO PANES DE CEBADA ¡¡¡ ESPAÑA, Navarra, Beirechea !!!


NECESITO COMPARTIRLO ¨CINCO PANES DE CEBADA¨

Acabé de leerlo, y este libro de Julia Baquedano, además de ser un libro ameno y rápido de leer,  me ha hecho recapacitar sobre qué es lo que quiero en mi vida, estaremos de acuerdo todos los que me conocéis, que desde luego yo no soy un urbanita. Que necesito de mi monte para despejarme y sentirme libre, y por todos es sabido que las ciudades, su ajetreo, tráfico y caos me ponen de mal humor y me destrozan tanto psicológica como físicamente.

Por esto y más que luego añadiré me he sentido identificado con la protagonista del libro, Muriel, una maestra que vive sus primeras experiencias profesionales en la escuela de una  aldea.
Por la lejanía de su casa familiar tiene que habitar en el pueblo, y el paso de los meses cambiará la forma de pensar que tenía hasta el punto de  llegar a la conclusión de que ya no le gustaría vivir y mucho menos trabajar en el colegio de alguna gran ciudad. En su caso la ofrecieron volver a Pamplona, y su negativa fue en parte por la importancia de las relaciones sociales, (al ser tantos es muy impersonal ), asi como la importancia que tienen en esta sociedad de consumo la ropa, coches, y cosas materiales frente a los valores que tenían en la aldea.

Ella, al igual que muchos de nosotros en los que me incluyo, queda enamorada en un principio de paisajes y más tarde de estilos de vida diferentes al que ella estaba acostumbrada en la ciudad, y en los que cada día que pasaba se encontraba más acogida y mejor.

Narraba el calor de comidas familiares en una misma sala, cuenta cómo la abuela de cabellos blancos la esperaba todos los días con una taza de chocolate caliente para tomar,  las relaciones de la gente en el pueblo, los conocimientos que casi todos allí tenían sobre el campo y  la sensación de ignorancia que sentía cuando hablaban de temas agrícolas, de cómo fue arreglando la escuela y motivó a los alumnos y algún que otro padre para que se iniciaran en la lectura, de cuando consiguió la oportunidad para demostrar los conocimientos a una niña de Beirechea que así se llamaba el pueblo para poder cursar estudios superiores…, y como no, el inicio de una relación.

Todas esas experiencias vividas, esos aprendizajes,  la satisfacción de que sirvió para algo, añadida a que yo ya vivo en un pueblo relativamente pequeño, que mi ejercicio profesional también está relacionado con la enseñanza y el sentimiento gratificante de ver como lo que enseñas sirve para algo…, me han hecho sentirme identificado con Muriel y desde luego el que no descarte la posibilidad de ejercer algún día como maestro en zonas rurales.
 
Bibliografía:
Baquedano, L. (1981). Cinco panes de cebada. Madrid: Gran Angular.
 
 

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